*de poéticas que se cruzan

enero 22, 2015




Aquella vez no fue un milagro, fue
el más fuerte choque, la más
deliciosa encrucijada.

El valor, promulgado por el humo, permitido
por la luz,
pudo cruzar la frontera y franquearla.

Después, un muro se elevó  (¿yo lo hice?)
y todo volvió atrás.

Pero debe caer. Debo
reconquistar la encrucijada, el choque;
porque yo quiero sí
y quiero que tú quieras sí
también sí.

(2/X/55)


Esteban Otero (1936). Etapas. Ediciones de la Banda Oriental. Montevideo, 1972


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